Ibéricos, pescados y mariscos, cordero y cochinillo… Todos los principales ingredientes de las grandes celebraciones han subido, salvo uno: la electricidad con la que se cocinan. Este es el coste energético de la comida de Navidad.
Momentos especiales. A todo el mundo le gusta y no solo por los platos que se preparan, aunque también son importantes. Sin duda, la de Navidad es de las comidas más esperadas del año en prácticamente todo el mundo por su menú. En Ghana esperan con ansia la sopa de okra mientras que en Francia se les hace la boca agua con los coquilles Saint Jacques y en Reino Unido con el ya famoso pudding de Yorkshire. Sin embargo, en España los clásicos son gambas y langostinos, ibéricos y patés, almejas a la marinera, caldos y consomés, y, por supuesto, carnes y pescados al horno. Los más demandados capones y pulardas, corderos y cochinillos o rapes y besugos. Todos deliciosos y lo mejor es que en cada casa tienen su receta. Eso sí, lo primero que hay que saber es que este año todos estos productos han subido.
Tampoco será un problema la decoración. Menos de 2 euros por guirnalda de 100 bombillas LED para toda la Navidad. Sin embargo, a lo que hay que prestar más atención durante las cenas y comidas es a la calefacción.
Todos, y cada uno de los ingredientes, salvo uno: la electricidad con la que se asan y cocinan en los hogares. Aquí también son típicas otras recetas como el cocido con pelotas, la ensaladilla rusa, el cardo con bechamel o el bacalao con coliflor. Más curioso es lo de Japón porque Navidad es el día del KFC. Si, del pollo frito fast food con patatas y poco más. Por eso, con niveles aún altos de IPC seguro que más de uno se está planteando si es mejor comprar platos preparados que elaborarlos en casa. La luz no parece que vaya a ser un problema. Durante el mes de diciembre, como ha explicado Jorge Morales de Labra en La hora de La1, se espera que se incremente ligeramente respecto al mes anterior. Sobre todo, porque el consumo de energía suele ser mayor. También será algo que dependa mucho de la meteorología.
Así, un anticiclón frío es lo peor que podría pasar y más si viene cubierto. Dejarían de funcionar la energía solar, la eólica y la hidroeléctrica que tanto abaratan el precio de la luz. En cualquier caso, diciembre será más caro que noviembre, pero a la vez un 24% más barato que el mismo mes del año anterior. Y todo esto hay que tenerlo en cuenta a la hora de cocinar en Navidad. Es decir, si compensa más hacer un asado o un guiso. Ahora mismo, cada hora de horno a 180ºC cuesta unos 20 céntimos de euro. Si se sube a 220ºC subirá un poco más, pero no demasiado. Lo mismo sucede con la vitrocerámica que tiene un coste similar para el mismo tiempo de uso. Por tanto, el cálculo es sencillo. Si para dejar un cordero en su punto se necesitan 3 horas…
Así, todo lo relacionado con el ahorro energético durante la Navidad (y todo el invierno) gira en torno a la calefacción. La clave a tener en cuenta es ajustar bien los termostatos y recordar que la temperatura recomendada es de 19ºC.
El precio de la energía no superará los 75 céntimos en ningún caso. No es demasiado por lo que hay que preocuparse más por el coste de la carne o el pescado que por el de la electricidad para asarlo. Sin duda, otra alternativa más cómoda son los platos preparados. Sin tener que manchar nada en casa ni trabajar de más. Los hay desde 30 euros el menú por persona y ya es cuestión de gustos. Eso sí, hay que tener en cuenta que el coste es proporcional. Depende del número de comensales y cuánto mayor sea la rentabilidad baja. Pasar de dos a cuatro personas cocinando en casa no duplica el presupuesto como sí lo hacen los menús cerrados. Cuestión de gustos. Además, hay que tener en cuenta otra cosa. El coste de la energía para las empresas de catering es más acusado que para las familias. Te recomendamos visites nuestra Tarifa de luz Variable, te sorprenderá cuanto puede ahorrar en tu factura.
