Aunque en España no hay riesgo de falta de suministro ante un posible corte por parte de Rusia, el problema del gas en Europa podría contagiarse en España afectando fundamentalmente al precio.
Antónimos. Técnico o político. Temporal o permanente. Sea como sea, aquí hay un problema y de los gordos. El corte temporal por motivos técnicos del principal gaseoducto que trae el gas de Rusia a Europa se puede convertir en total y permanente por motivos políticos, estratégicos o económicos. El temor está ahí y que cada uno piense lo que quiera. No es para menos y más si se confirma que no es provisional. Eso sí, solo para una parte de Europa, aunque en realidad para la mayoría. La situación no es la misma para todos los países del continente. En un extremo Estonia, Letonia y Lituania que deberían reducir su consumo en más de la mitad para suplir ese déficit de suministro. En el medio Alemania que lo debería hacer en un 29% con importantes consecuencias económicas. Y, por último, España, Portugal y Francia… Apenas les afectaría.
Rebajar el precio de la luz y contener la inflación, amortiguar las previsibles subidas del gas y limitar su contagio a la electricidad, … son algunos de los objetivos de la excepción ibérica con los que se quiere poner freno al contagio del problema del gas en Europa.
Eso sí, en cualquier caso, de confirmarse el cierre total del grifo del gas ruso acabará afectando a todos de alguna manera. Sin embargo, para España el problema y la principal consecuencia va a ser otra. Fundamentalmente de contagio y, sobre todo, de precio. Es decir, aquí no llegará la falta de suministro. Están los depósitos a tope. No es normal, como ha explicado Jorge Morales de Labra en Hora 25 de los negocios de la cadena SER, que antes de llegar agosto haya tanta cantidad de gas almacenado. En torno, al 80% del total de las reservas. Nunca antes había habido tanto gas en España y además hay 7 puertas abiertas a recibir más. Mejor imposible. Tan solo Polonia tiene más. Además del gaseoducto del Mar de Alborán que conecta con Argelia hay seis regasificadoras a la que hay que sumar otra más en Portugal.
Por cierto, por estos puertos está entrando más gas que nunca. Así que no solo ya se tendría buena parte del que se necesita para pasar el invierno, sino que además hay otras alternativas para seguir haciéndolo en los próximos meses si fuera necesario. Por tanto, el problema no es de cantidad, pero sí podría haber otros. Mientras los precios sigan subiendo la situación podría complicarse en España. Efecto contagio también a la electricidad. Eso sí, menos que otros países del continente gracias al límite al precio del gas. Es verdad, que está muy alto. A más de 300 euros/MWh, pero podría ser peor. Asusta, aunque en otros lugares ya está a 400 o más. Además, sus mercados de futuros están en 1.000 euros/MWh mientras que el español cotiza a menos de 150. Más estabilidad, pero cuidado con los precios. Habrá que prestar mucha atención.