¡Suma y sigue! Hasta 130 euros anuales extra en la factura. 30 del router, 21 del stand by de la televisión, 14 del reloj del microondas, … y todo este gasto se suprime con una regleta con interruptor que no cuesta ni 10.
Ni más ni menos que lo que se conoce como consumo fantasma. No hay más que ir a cualquier casa para comprobar que, aunque sea imperceptible, siempre está ahí. No falla nunca y el mejor ejemplo es la televisión. Todo el mundo lo sabe y pocos son los que hacen caso. Apagarla con el mando a distancia no es suficiente. La luz roja del stand by lo delata. Además, es la confirmación de que solo por ese pequeño piloto luminoso la factura anual se encarece hasta 21 euros. Poco a poco, día a día, minuto a minuto se va escapando la electricidad… Otras veces ni siquiera hay una señal tan evidente. La mayoría de los dispositivos electrónicos, y son muchos, continúan consumiendo, aunque se crea que han sido desconectados. Por eso, con los actuales precios de la energía… lo ideal es tenerlos enchufados a una regleta. Sencillo y efectivo.
Cuanto más antigua sea la televisión, mayor será el consumo del stand by. Es tan determinante que su gasto viene perfectamente detallado en la etiqueta de eficiencia energética.
No acaba ahí la cosa. Sin salir del salón y muy cerca del televisor, suele encontrarse otro de los dispositivos que están encendidos un mayor número de horas: el router. De hecho, lo está casi siempre. 365 días. 24/7 y sin descanso. No se apaga ni por vacaciones. Por eso, su coste medio puede superar los 30 euros al año. Lo mismo con las consolas de videojuegos. Disponibles en todo momento suponen entre 15-20 euros más en la factura anual. Suma y sigue. Ordenadores, impresoras, cargadores, … la lista es interminable. Sin embargo, todo depende del modo en que estén conectados. Eso sí, en todos estos casos sí que es mucho más cómodo y también sencillo activarlos y desactivarlos con una regleta con interruptor. Mucho más que los dos anteriores.
Especial es el caso del router. Interrumpiría el servicio de internet y las opciones de uso remoto de otros dispositivos conectados como termostatos o cámaras de seguridad. En las cocinas más de lo mismo… y ahí la estrella del consumo vampiro es el microondas. Su gasto anual puede ascender a más de 14 euros. Eso de media, porque al igual que otros electrodomésticos, cuántas más luces y relojes tenga mayor será el importe. Cafeteras, tostadoras y robots consumen entre el 7-11% más solo por tenerlas encendidas. También fácil de reducir e incluso eliminar con regletas o enchufes inteligentes. Ahí está la clave, en la cantidad de aparatos conectados, porque 21 euros por un lado y 14 por el otro, 10 por aquí y 15 por allá, hacen que al final de año la cifra no sea para nada despreciable, aunque haya otros como el frigorífico que no se apagan nunca.
