¿Qué es el mecanismo de ajuste RD10/2022? ¿Quién lo tiene que pagar? ¿Por qué acaba de aparecer en los recibos? Y, sobre todo, ¿cuánto va a costar? Aquí están todos los detalles del nuevo concepto de la factura de la luz.
Coste de la energía, cargos y peajes, impuestos, … Si entender la factura de la luz siempre ha sido muy complicado ahora lo va a ser un poco más. Sin embargo, es importante y no solo por el precio de la luz que vuelve a estar en máximos históricos. Ya no es noticia que suba. Por cierto, en su nivel máximo desde la entrada en vigor de la excepción ibérica. Más de 260 euros/MWh, pero sin el nuevo mecanismo de fijación de precios la cosa podría ser aún peor. Podría llegar hasta los 476, según la propia estimación del mercado, y eso es demasiado. En realidad, ambas cifras lo son, pero la segunda es un 40% superior. Hasta ahí todo bien, pero desde que se puso en marcha algunos consumidores están empezando a ver un nuevo concepto en su factura. ¿Qué es el mecanismo de ajuste RD10/2022?
Un auténtico lío. Porque lo primero que hay que aclarar es que es un concepto que no se está cobrando en todas las facturas. Tal y como suena… A unos sí y a otros no. 7 de cada 10 lo pagan ya, pero tampoco es que haya un criterio claro. Muchos de los contratos a precio fijo que se han renovado desde abril no lo incluyen y a otros que no les ha tocado revisión ni actualización sí que lo hacen. Además, luego está el caso de los que tienen tarifas variables. Más difícil de averiguarlo aún porque, aunque si que lo tienen incluido en la factura, no aparece como tal en la misma en una línea en concreto. Figura como parte del propio coste de la energía. Es decir, ya sumado al precio del mercado. Sea como sea hay una cosa clara y no es un detalle menor.
La compensación al gas aparece en la factura como “mecanismo de ajuste RD10/2022” y bajo este epígrafe las compañías imputan una cantidad adicional al precio fijo que los consumidores tienen contratado.
El coste puede ascender a más del 40% del total y en el caso de las industrias electro intensivas a decenas de miles de euros. Eso sí, siempre es proporcional al consumo. Por tanto, ahora para saber el precio de la electricidad, hay dos conceptos. El primero es el de siempre, el coste de la energía y que aparece reflejado en euros/kWh. Por cierto, vuelve a estar en máximos históricos y puede ser fijo o variable dependiendo de la modalidad de contratación. A este hay que sumarle el nuevo. El que corresponde al ajuste del gas y que no es otra cosa que la compensación que se paga a las centrales que lo utilizan en la generación eléctrica: a las de ciclo combinado. La diferencia entre el precio de la subasta con el tope y el precio real de esta materia prima en el mercado.
Camino de ser la más cara de toda la historia tan solo por detrás de la de marzo, pero la factura de la luz de agosto sin la excepción ibérica podría haber sido aún peor. Incremento solo del 50% en vez de multiplicarse por 4.
No hay quien lo entienda. Se paga más por este concepto, pero a la vez, desde las instituciones se asegura que los españoles ya se han ahorrado unos 1.400 millones de euros con la excepción ibérica. Así, es… ¡las dos cosas a la vez! Todo porque lo que se ha conseguido es que solo el gas se pague a su precio y no como antes cuando con el sistema marginalista todo se pagaba al más caro. El resto de las tecnologías de producción eléctrica, como nucleares o renovables, lo hacen a costes mucho más bajos. Por tanto, han reducido su retribución e ingresos. Es decir, se han limitado sus beneficios caídos del cielo, pero no demasiado. Siguen ganando y mucho. Por este motivo, el precio del kWh, el primero de los componentes de la factura, es inferior a lo que se hubiera pagado de no existir el mecanismo.
Además, aun sumando el coste del nuevo epígrafe, la compensación a las centrales de gas se produce como ahorro neto esa milmillonaria cifra. Eso sí, lo que no aparece en el Real Decreto que lo regula es cómo se debe aplicar y trasladar dicha compensación a la factura y ahí es donde continúa el lío. Ya no es solo cuestión de a quién sino también de cuánto. Por eso, como ha explicado Jorge Morales de Labra en Hoy por Hoy de Cadena SER el precio del ajuste no va a ser el mismo para todos los consumidores. Dependerá de la comercializadora con la que tenga contratado el suministro. Eso es a lo que hay que prestar más atención, a la relación que se establece para determinarlo. Y es que puede haber grandes diferencias en la aplicación de la compensación.