Lo del precio de los combustibles no hay quien lo entienda. Sube y baja y casi nadie sabe por qué… Le afecta todo y da igual dónde. Desde las tensiones en la OPEP hasta la demanda de China y a todos estos factores hay que sumarle uno más; la penetración del coche eléctrico.
Sin duda, otro de los factores que más tarde o temprano acabará influyendo en el precio de los combustibles es la penetración del coche eléctrico. Sencillo, cuántos más haya en circulación por las carreteras, menor cantidad de gasolina o diésel que se necesitará. Eso sí, en España será algo que suceda algo más tarde que en el resto de los países de Europa porque todavía está muy atrás respecto a la media de la Unión Europea.
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Tan solo el 5% de los vehículos que se han vendido en el último año son enchufables de alguna manera cuando el promedio de los 27 ya está por encima del 20%. Tampoco es solo cuestión de fijarse en las cifras de Noruega, donde ya superan el 80% o de Finlandia, Dinamarca… Se mire por donde se mire, los datos preocupan.

Solo en Alemania durante el pasado mes de agosto se vendieron tres veces más coches totalmente eléctricos que en España en todo el año. Más de 86 mil frente a exactamente 30.882 vehículos matriculados.
Y la respuesta que se da siempre ante esta desigualdad no cambia. Es siempre la misma… ¡Que en el resto del continente tienen un mayor poder adquisitivo y recursos económicos es tan solo una excusa! La justificación que se usa para todo cuando las cosas no tienen explicación. No hay que negarlo. Comprar un coche eléctrico es en un primer momento mucho más caro. Del orden del 50% más que su equivalente de combustión, pero el ahorro en combustible a lo largo de toda la vida útil del automóvil lo compensa con creces. De hecho, esa diferencia se suele compensar en los primeros años de uso. Sin embargo, Portugal, que se puede considerar que tiene un nivel de renta per cápita similar o incluso inferior está por encima del 15%.
Entonces… ¿por qué en Portugal tienen más del doble de ventas de coches eléctricos que en España? El argumento para justificarlo pierde toda la lógica y tampoco es porque allí sean mucho más baratos. La respuesta evidentemente es un no porque en caso contrario solo habría que cruzar la frontera para ir a comprarlos. No es por eso. En realidad, hay mucho más y es algo más complejo que eso. Lo que sucede es que tienen una política fiscal mucho más clara en cuanto a las ayudas y subvenciones para adquirirlos. También, y casi más importante, es que hay una red de carga mucho más desarrollada que en España. Tienen una mayor y mejor infraestructura. Así, tener un coche eléctrico en Portugal es mucho más cómodo y sencillo.
También sorprende el caso de Portugal. En el país vecino se han vendido en lo que va de año un total de 22.839. Por cierto, una cifra que eleva la cuota de mercado a más 16%, con un crecimiento anual del 124%.

No solo a la hora de circular y de planificar los viajes. Las ventajas llegan incluso antes de sacarlo del concesionario. Descuento directo y justo en el momento de comprarlo. Mayor facilidad y sin ningún tipo de papeleo o complicación. Más accesibles para todos. Y este es solo un ejemplo, pero hay muchos más… Mientras, España, por desgracia, se está quedando como el chatarrero de Europa. Está a punto de convertirse en el desguace del continente y en el país en el que se venderán los últimos coches de combustión. Es decir, los que ya no quiera nadie en ningún otro país. Las consecuencias son terribles. No solo económicas derivadas de la continuación de la dependencia energética de terceros países sino también medioambientales, de salud por la calidad del aire que se respire y, por supuesto, precios de los combustibles más altos.