Misterios cotidianos… ¿Por qué se usa el aire acondicionado en verano y poner la bomba de calor en invierno no es tan frecuente? ¿Cuesta lo mismo generar frío que producir calor? ¿Qué es más eficiente y barato?
Y lo primero que hay que saber es que el único sistema de calefacción realmente eficiente es justo la bomba de calor. El mismo aparato que da aire frío cuando suben los termómetros es reversible. También proporciona calor cuando baja el mercurio. Importante porque cada vez es más habitual en todas las casas, aunque hay muchas que aún no lo han instalado. Esto, ni más ni menos, quiere decir que va a gastar menos electricidad para generar la misma cantidad de calor que con casi cualquier otro sistema de calefacción eléctrico. Todos los demás son carísimos… Mucho más que los radiadores de aceite de toda la vida. Esos que pesan un montón o que las estufas eléctricas que se ponen rojas e, incluso, que los más pequeños que van en los los baños para generar aire caliente. Está claro… ¡la bomba de calor es mucho más económica!
Aunque técnicamente hay alguna diferencia… Sin duda, el diferencial de temperatura es lo esencial a la hora de determinar el consumo del aire acondicionado o de la bomba de calor. El resto son tecnicismos más complejos.
Sin embargo, hay otra duda que siempre está ahí, ¿qué más eficiente usarlo para producir frío o para generar calor? Y eso es algo que en realidad depende fundamentalmente de un único factor: la diferencia de temperatura que haya entre el interior y el exterior. Sin entrar en demasiados detalles ni ser excesivamente técnicos la clave está en el diferencial de fuera a dentro. Sobre todo, porque por cada grado de más o de menos que se ponga en el termostato es un 7% extra en la factura. Para comprobarlo nada mejor que poner un ejemplo. Irreal, pero muy ilustrativo. En números redondos… Si hace 20ºC y quiero tener 10ºC, la diferencia está clara, pero si hace 30ºC es exactamente el doble por lo que haría falta dos veces más de energía. Sencillo, ¿verdad?
Por tanto, la respuesta a esta duda frecuente está clara. Es más eficiente dependiendo de la zona geográfica. Es decir, si se reside en una región como los Pirineos donde la sensación térmica suele rondar los 0ºC en el exterior en invierno, la diferencia hasta una temperatura de confort de 20ºC es precisamente esa misma cantidad. Sin embargo, en verano en esa misma zona no hay un salto tan grande porque es difícil que se alcancen los 40ºC en el exterior. Es decir, si fuera hay 30ºC hasta los 25ºC en el interior, que es muy razonable, solo habría un salto de 5ºC. Las cifras lo confirman, en esta zona sería mucho más caro la bomba de calor para la calefacción cuando hace frío que para el aire acondicionado cuando los termómetros se disparan.
Sin embargo, en otras zonas pasa exactamente al revés, como en Sevilla donde el extremo se produce en julio y agosto. Entonces, en estos meses el salto térmico es mayor y la factura más cara…
