Europa lo recomienda y a España también ha llegado la hora de ir ajustando los termostatos en espacios públicos para reducir el consumo energético. Más frío en invierno y algo más cálido en verano.
A punto está de aprobarse un decreto para ahorrar energía. Entre otros muchos aspectos y recomendaciones contempla que en los espacios de uso público el aire acondicionado no esté tan bajo en verano ni la calefacción demasiado alta en invierno. Y es que nunca llueve a gusto de todos o, más bien, es difícil encontrar la temperatura en la que la mayoría encuentre el confort. Ya se sabe… para gustos colores o un grado de más o de menos. Por cierto, eso es un 7% extra en las facturas. Solo hay que ir hasta cualquier comercio para comprobarlo y preguntar cuál es la sensación tras cruzar la puerta. Para unos el contraste térmico es demasiado grande y luego están los que no aguantan el calor de la calle y siempre prefieren estar dentro de las tiendas.
Por eso, la climatización es uno de los principales reclamos de los centros comerciales. A partir de ahora habrá límites para no ir al cine con jersey en verano o camiseta de manga corta en invierno. 27ºC durante los meses más cálidos del año es la temperatura que se marcaría en el nuevo plan de ahorro energético. Eso sí, además de a los comercios la medida va dirigida a otros espacios como empresas e, incluso transportes. Claro, no todo el mundo está de acuerdo y menos cuando en el último día de julio los termómetros marcan casi 40 grados centígrados. Por eso, con esta propuesta el contraste de temperatura entre el interior de la mayoría de los comercios y el exterior se reduciría significativamente.
La temperatura recomendada en espacios públicos será de 27ºC en verano y 19ºC en invierno. No hace falta recordar que por cada grado de más o de menos en el termostato, dependiendo de la época del año, la factura se incrementará un 7%.
Así, una de las principales dudas que surgirían es lo que opinan los que trabajan en su interior. También hay variedad de opiniones: Por un lado, están los que consideran que no es una temperatura idónea para realizar ninguna actividad laboral y, por el otro, los que ya lo ponen en práctica. Estos últimos, aunque tengan que ajustar un poco más los termostatos piensan que no se notará prácticamente la diferencia. Más que nada porque dentro siempre se estará un poco más fresco que a pie de calle. Opiniones a parte todos los expertos sí que advierten de que se está realizando un enorme despilfarro de energía. Sobre todo, cuando se ve algo muy habitual. Aire acondicionado encendido y puertas y ventanas abiertas de par en par.
No tiene ningún sentido y como ha señalado Jorge Morales de Labra en el Telediario Fin de semana de TVE es algo evidente. Tener conectada la climatización y todo abierto evidentemente es mucho más gasto. Sería algo así como si a cualquier casa se le quita por completo el aislamiento. El gasto energético sería de más del doble respecto a otra vivienda que sí que lo tuviera. Aún se ve como algo muy lejano, pero además estas medidas incluirían la obligatoriedad de utilizar la calefacción a un máximo de 19ºC en todos estos espacios de uso público. Sin duda, otra cifra que aún dará mucho más que hablar cuando llegue el momento. Solo hay que esperar un poco para que se acuerde todo el mundo del calor que hacía en verano cuando llegue el frío.