Aunque el recibo de la luz de 2022 pinta peor que el del pasado año, el precio de la electricidad está bajando y aun falta tener en cuenta la excepción ibérica. Aún habrá que esperar para ver cómo acaba la cosa…
Si la factura de 2021 fue el más alta hasta el momento, la de este año no parece que vaya a ser menos. De momento, y solo han pasado 5 meses, es 112 euros más caro. Demasiada diferencia y no debe seguir creciendo. Por tanto, ahora la pregunta de los consumidores es conocer cuál es la previsión para los más de 180 días restantes. También hay que recordar que marzo fue el más caro de la historia y la tendencia es a que no se repita. A esto hay que sumarle que en algún momento llegará la excepción ibérica. Más descuento para quienes tengan tarifa variable. Ya se está pagando menos que hace un par de meses y cuando entre en funcionamiento el tope al precio del gas las facturas serán aún menores. Buenas noticias porque hasta ahora son un 30% superiores a las del año pasado.
Aun con los precios de la electricidad todavía altos, aunque un poco están bajando y es algo que se nota en el día a día, la previsión no es del todo mala. Incluso, tal y como ha explicado Jorge Morales de Labra en El programa de Ana Rosa de Telecinco, sin tener en cuenta el límite al gas que se pondrá en marcha próximamente. Las tarifas variables empiezan a ser competitivas de nuevo. Por tanto, ahora es cuando empieza a no estar tan claro que quedarse en un de precio fijo sea mejor. Y mucho menos a los niveles a los que se están firmando los nuevos contratos. Durante los últimos meses han sido la mejor opción, pero ahora la cosa vuelve a estar bastante equilibrada. No todas son ya tan baratas y, de momento es solo cosa del mercado que ya se está rebajando sustancialmente los recibos.
El descenso de precios en el mercado mayorista y el reparto de la compensación a algunas centrales por el límite de gas han rebajado las previsiones de la excepción ibérica: del 30% de descuento a la mitad.
Sin duda, ahora lo importante es, cuánto más se va a poder ahorrar con la excepción ibérica. La intención y la primera estimación estaba en rebajar las facturas en torno al 30%. Al final, parece que no va a ser tanto. Habrá descuento, pero tendrá una menor cuantía. En primer lugar, porque el precio en el mercado mayorista ya ha sufrido un importante descenso. De los 280 euros/MWh con los que finalizó el mes de marzo a los menos de 180 con los que finalizará el mes de mayo. Algo que lógicamente rebaja de forma sustancial las previsiones. Sin embargo, la propuesta tenía un poco de truco. Hay otro factor importante que debe ser tenido en cuenta. El problema está en la compensación que hay que pagar a las centrales de gas. Es decir, por la diferencia de precio entre lo que cuesta producir la electricidad y ese límite.
Compensación que en la propuesta inicial iba a ser pagada entre todos los consumidores y que finalmente no va a ser así. Todo porque la Comisión Europea ha cedido ante las presiones de las grandes eléctricas. No les interesaba que fuera así y su poder en Bruselas es más grande de lo que parece… Sea como sea ahora la idea es que solo la paguen quienes directamente se van a beneficiar de la medida. Por tanto, exclusivamente los que tengan tarifas variables indexadas al mercado mayorista. De esta forma, por estos dos factores, la bajada de precios y el reparto de la compensación, la rebaja será inferior a lo previsto. En más o menos en torno a la mitad: 15%. Descuento inferior, pero que, por otro lado, servirá para dar estabilidad a las facturas y como mecanismo de protección frente a posibles nuevas subidas del precio de la luz.