¡Por fin ha llegado la llamada excepción ibérica! El acuerdo entre España, Portugal y la Comisión Europea para poner límite al precio del gas, pero ¿cómo afectará la medida a los recibos?
Menos de lo que se esperaba, pero durante más tiempo del que estaba previsto. De 30 euros por MWh hasta diciembre a 50 durante todo un año. Mayor estabilidad también para la factura de la luz. Y es que como anunciaba el presidente del Gobierno en el Senado… “En el ámbito europeo hoy hemos encontrado una muy buena noticia. Acuerdo político entre España, Portugal y también la Comisión Europea para fijar un precio de referencia durante los próximos 12 meses al gas que produce electricidad. Algo que, sin duda va a ser bueno para los consumidores, las pequeñas empresas y, por supuesto para las industrias españolas”. ¡Por fin ha llegado la llamada excepción ibérica! El mecanismo que debe permitir bajar la factura de la luz al sacar el gas de la ecuación de cómo se calcula el precio de la electricidad. En breve se pondrá en marcha…
Y ahora la pregunta es si conseguirá abaratar sí o sí la factura de la luz y, sobre todo, ¿cuánto? Pues, como ha contado Jorge Morales de Labra en Hora 25 de los negocios, la respuesta es sí, pero solo para los que tengan una tarifa variable. Es decir, para todos los que la tengan vinculada al precio mayorista, sin duda, les bajará y bastante. En torno a un 50% respecto al recibo del mes de marzo. Por cierto, el más caro de la historia y un 30% si se tiene en cuenta el de abril. Aun así, y a pesar de la importante bajada de las últimas semanas, la reducción va a ser grande. Se notará en los bolsillos. Eso sí, pasará todo lo contrario si se tiene una de precio fijo en las que el precio no es diferente para las diferentes horas del día.
“Acuerdo que está pensado fundamentalmente para reforzar la protección de los consumidores con un nivel de exposición más alto a la evolución del mercado mayorista de electricidad” Teresa Ribera.
Aquí es donde empiezan los problemas. Ya lo han advertido las eléctricas… Lo repercutirán en las facturas y se calcula que el incremento será de entre el 10% y el 15%. La razón es muy sencilla: a partir de ahora lo que se va a hacer es que las centrales que utilizan combustibles fósiles para producir electricidad se les va a seguir pagando el precio caro. A las de carbón, que cada vez hay menos y, sobre todo, a las de gas. La retribución será tan alta como se ha visto en el mercado mayorista desde hace meses mientras que al resto se les abonará el límite que se ha establecido. Entonces está claro. Las compañías van a repercutir la diferencia entre ambos precios y lo harán entre todos los consumidores. Así de sencillo…
De modo, a los que ya están pagando en todas las horas del día el precio caro, como ahora solo van a pagar a esos niveles la energía generada con gas, les va a salir mejor. Algo más barato. Por el contrario, a los que ya estaban pagando un precio relativamente bajo si se les compara con los del mercado mayorista, pagarán un poco más. La explicación está en los beneficios caídos del cielo. Algunas compañías eléctricas podían permitirse ofrecer precios fijos más bajos usando la energía barata de sus propias centrales hidroeléctricas y nucleares. Ahora la cosa ha cambiado un poco porque también tienen que pagar ese diferencial al gas por seguir siendo caro. Así que se incrementan sus costes de producción y como no quieren perder parte de sus beneficios. Por eso, acabarán incrementando el precio final a los consumidores.
