¡Por primera vez no pagarán los de siempre! aunque el ahorro será menor del esperado con la aprobación de la Excepción ibérica y otras medidas para bajar el precio de la energía.

No es la solución definitiva, pero supone un cambio y eso ya es importante. Algo que se estaba buscando desde hace tiempo, aunque se ha hecho esperar más de lo deseado. Sí, ¡por fin se ha puesto cota a los milmillonarios beneficios de las eléctricas! Ganarán un poco menos, pero a cambio bajarán un poco las facturas. Buenas noticias para los consumidores porque, por primera vez no pagarán los mismos de siempre. Al menos durante el año que estará en vigor. Eso sí, se beneficiarán de la medida solo los que tengan tarifas variables. En total, 10 millones de hogares, pero no a los dos tercios restantes. También a la mayoría de las industrias. Así, como ha explicado Jorge Morales de Labra en Cuatro al día de CuatroTV, el ahorro en los hogares será de poco más del 10% respecto a lo que se está pagando ahora en mayo.

Menos de lo que estaba previsto inicialmente, aunque es un 30% menos si se tiene en cuenta el recibo más caro que se ha pagado hasta ahora que es el de marzo. Lo notarán a partir de junio. Así, frente a los más de 100 euros que se han pagado de media en abril, la última que ha llegado a los buzones, en cuanto se aplique la medida, quedarán en unos 85. Rebaja que se consigue imponiendo un precio limite de 40 euros al gas. La fuente más cara con la que se produce la luz. Y es que, a pesar de que el 80% de la electricidad se genera con renovables y nucleares y solo un 20% quemando gas o carbón, toda se pagaba al precio de esta última.
Con la nueva medida se quitan los beneficios caídos del cielo a todas las centrales que no los usan y solo las que lo utilizan cobrarán el precio real del mercado.
Así, nucleares y renovables tendrán menos ingresos, pero solo a las que emplean combustibles fósiles se les va a seguir retribuyendo exactamente igual que hasta ahora. De este modo, no hay que indemnizar a las eléctricas ni nada de eso. No las llevará a la quiebra ni mucho menos. Tan solo ganarán algo menos por esas centrales que tienen costes muy inferiores y que hasta ahora se les permitía tener enormes beneficios extraordinarios. No hay más que echar un vistazo a sus cuentas de resultados. La medida dará una factura más barata que la de ahora, pero aun así más cara que la de años anteriores. Sensiblemente superior, aunque aliviará algo a las familias.
A pesar de la rebaja de la excepción ibérica la factura de 2022 estará todavía lejos de las de años anteriores como 2021 o 2020 cuando rondaba los 78 euros de media.

Los altos precios no solo son cosa de la electricidad. También se dejan sentir en los surtidores. Los famosos 20 céntimos de ahorro al final se están quedando en nada. Desde su aprobación el litro de gasolina ha subido también de media 0,08 euros y el gasóleo 0,03. Es decir, la ayuda se ha reducido ya en un 40% para el primero y en 15% para el segundo. Por cierto, encarecimiento que se da en España, pero no en los países más próximos. Algo que, por cierto, tiene mucho que ver con la competencia y aquí es prácticamente inexistente. Además, siempre se da un curioso fenómeno. Cada vez que se pone dinero público las compañías energéticas, ya sean petroleras, eléctricas o gasistas, lo acaban internalizando en sus beneficios. Por eso, con los combustibles se recomienda hacer lo mismo que con la luz: poner un precio límite. Hay que pensarlo…