Con el aire acondicionado puesto en octubre y eso que debería de ser uno de los meses energéticamente más tranquilos del año. Ni bañadores ni tampoco abrigos a la espera de encender la calefacción. Otoño, energía y bombas calor.
El tiempo sigue como si estuviera de vacaciones. En la playa y en chanclas, con la sombrilla bajo el brazo o sentados en una terraza en mangas de camisas. No es normal como tampoco lo fue la climatología en primavera o a principio del verano. Lo que los meteorólogos llaman anomalías térmicas que, en realidad, se llevan produciendo durante todo el año. Bueno para el turismo, pero que los termómetros sigan marcando más de 35ºC en buena parte de España a mediados del mes de octubre tiene serias consecuencias. Tanto económicas como energéticas. Los comercios siguen vendiendo más bañadores que abrigos, pero… Lo más curioso es que siguen teniendo puesto el aire acondicionado en vez de ir pensando en encender la calefacción.
Malo para las facturas de la luz porque lo normal es que octubre sea energéticamente tranquilo. Muy barato porque habitualmente no hace calor para enfriarla ni frío como para tener que poner el radiador. Era un mes de respiro en cuanto al consumo de electricidad, pero ya no da tregua. El proceso va un poco al revés. También malo para el medioambiente porque… Además, hay que tener en cuenta que 3 de cada 4 toneladas de CO2 que se emiten a la atmósfera directamente se derivan del sector de la energía. Por tanto, si lo que se quiere es que los síntomas del cambio climático que se están viviendo se frenen todos tenemos mucha responsabilidad en tratar de no derrocharla o intentarlo siempre que sea posible.
Eso sí, ahora hay una pequeña ventaja para contrarrestarlo salvo en Canarias. En el resto de la península, e incluso en Baleares, por las noches baja mucho la temperatura y eso son muy buenas noticias. Por este motivo, hay que aprovechar estos momentos del día para refrescar las casas. Siempre que la temperatura exterior sea inferior a la interior. La forma más barata de acabar con los sofocos impropios de este octubre. Además, de paso, para tratar de ahorrar lo máximo posible en aire acondicionado. Otras veces no hay manera y no queda más remedio que conectarlo. Exactamente igual que en verano, pero con esta diferencia. Sin embargo, tampoco hay que confiarse porque no se sabe bien hasta cuándo va a durar. En cualquier momento puede desplomarse el mercurio y las temperaturas, que es lo propio de la estación.
Así, el aire acondicionado con bomba de calor se puede convertir en una herramienta esencial. Con un único aparato se cubren ambas necesidades. Importante el gasto energético y no hace falta recordar todos los trucos para ahorrar en climatización. Desde hace ya años casi todos los modelos son reversibles y esta doble funcionalidad está muy recomendada. Evidentemente no para utilizarla en estos días por las mañanas de una manera y por las noches de la otra. No tiene sentido. Es una auténtica barbaridad. Lo mejor es siempre regular la ventilación y retrasar en la medida de los posible el encendido de la calefacción. Aun así, tener esta opción tiene mucho sentido. Luego en invierno utilizar la bomba de calor va a salir más barato que el gas. Además, también contribuye a reducir todas esas emisiones de CO2.
