Estados Unidos y Europa han llegado a un acuerdo histórico. Incrementarán las exportaciones de gas. Paso importante para reducir la dependencia del gas de Rusia, pero insuficiente.
Toda ayuda es poca. Tratar de sustituir así de golpe el 40% del gas que se consume en Europa no es nada fácil. Estados Unidos ni prácticamente ningún otro país del mundo tiene la capacidad de exportar tanta cantidad, aunque todo suma. También haría falta incrementar la cantidad del que llega de Noruega y Catar, entre otros. En cualquier caso, el acuerdo es un buen paso. Va en la línea correcta. Hacia la independencia del gas de Rusia, pero es completamente insuficiente. Aunque, Estados Unidos fuera capaz de enviar todo el que es capaz de exportar no podría suplir el que llega través de los gaseoductos rusos. Por esta vía llegan cada año más de 150 bcm todos los años. Estados Unidos no tiene tanta capacidad. Solo el 10% este año y 50 bcm hasta 2030. Eso sin contar con otras implicaciones a nivel estratégico.
Así, como ha contado Jorge Morales de Labra en Rolling Stocks de Negocios TV, es evidente, y algo que ya esté sucediendo en España. Apenas consume gas de Rusia, pero sí en gran medida de Argelia y en el Norte de África también se está produciendo ciertas tensiones. Primero con el cierre de uno de los gaseoductos que lo traen hasta la península ibérica a través de Marruecos. Después por la intensificación del conflicto político entre ambos países. Al final y por todos estos motivos Estados Unidos ya se ha convertido, en los últimos meses en el principal exportador de esta materia prima hacia España. Más incluso que Argelia que hasta enero o febrero traía más de la mitad. Por cierto, gas obtenido mediante fracking, algo que vuelve a poner sobre la mesa las contradicciones europeas en la crisis energética.
El 40% del gas de Europa llega de Rusia. Mas de 150 bcm al año y con el acuerdo con Estados Unidos tan solo se podía reducir esa dependencia en el 10%. Aún así, es un paso importante.
La técnica de fractura hidráulica ya había sido previamente rechazada en Europa por su elevado impacto medioambiental. Hace tiempo que se dijo no al fracking. Sin embargo, ahora parte de la solución parece pasar por la compra masiva de gas extraído mediante esta tecnología cuando en realidad es otra. Mucho más sencilla y complicada a la vez, por cierto. No es otra que tratar de consumir menos gas y sustituirlo por otras fuente sostenibles y responsables con el entorno. Más renovables de las que España si se podría convertir en potencia mundial. Además, es algo que se debería hacer rápido. De aquí a 10 o 15 años, si es posible. Mientras tanto, el gas de Estados Unidos puede venir muy bien y, por tanto, es importante. De hecho, ya lo está haciendo desde hace algunos meses.
Eso sí, también hay que recordar que con todo esto también están ganando muchísimo dinero. El precio que se está pagando por el gas de Estados es del orden de seis veces mayor que el que se paga en su país. Importante negocio grandes beneficios. con todo esto. Muy rentable para las empresas norteamericanas llenar barcos de gas licuado y enviarlos a Europa. Mayor precio para tratar de paliar un mal aún mayor: riesgo de falta de suministro que paralizaría la economía de muchos países. Por tanto, el acuerdo es bueno, pero saldrá un poco más caro. Se está pagando a 100 euros/MWh cuando lo habitual hasta ahora era que no superara los 20.