Mismo nombre, pero con grandes diferencias. Mientras que el que ya se aplica en España es solo para la generación eléctrica, el tope del gas de la UE afecta a todos los usos de esta materia prima energética.
Y eso, ¿no lo tenías ya? La Unión Europea ha acordado poner un tope al precio del gas en 180 euros/MWh y la confusión ha vuelto a los consumidores. Muchos pensarán que eso ya existía porque lo han visto en los recibos y que además es demasiado alto. Por este motivo, lo primero que hay que saber, es que este nuevo límite no tiene nada que ver con el de la excepción ibérica. Al segundo se le llamado erróneamente mal porque hace referencia a la generación eléctrica. Por tanto, el que ya se aplica en España y Portugal no tiene nada que ver, y afecta a la factura de la luz. La buena noticia es que ambos son compatibles porque el que acaba de aprobar la Unión Europea es para todo el gas. Sí, sea cual sea su uso: calefacción, cocina, agua caliente y, por supuesto, para producir electricidad.
El tope fijado por la Unión Europea se activará cuando los precios del gas alcancen los 180 euros/MWh durante al menos tres días consecutivos. Además, la diferencia de precio respecto a otros mercados debe ser de más de 35 euros.
La verdad es que son muy diferentes. No tienen nada que ver tanto en la función como en el nivel de precio. El límite que se está aplicando en España es para contener las subidas de la luz y es de 45. Mucho más bajo porque también hay que recordar que está cotizando por encima de los 100 euros/MWh. Por tanto, eso quiere decir que se está aplicando de forma habitual ya que está sobrepasado desde hace meses. Sin embargo, el tope del gas de la Unión Europea es muy probable que no se llegue a poner en marcha en ningún momento ya que es de 180. Cuatro veces superior y, además, se tiene que dar otro requisito todavía más complicado. Solo se podrá aplicar cuando Europa sea la única zona geográfica en la que se supere ese precio.
Requisitos para aplicar el tope al gas de la Unión Europea
Es decir, mucho más difícil de aplicar de lo que parece, tal y como ha explicado Jorge Morales de Labra en El programa de Ana Rosa de Telecinco. Aunque durante los meses de julio y agosto ya estuvo por encima de los 350 euros/MWh no hubiera entrado en funcionamiento porque en Japón el precio también era muy similar. De hecho, los cortes de gas de Rusia hicieron que el precio no solo se disparara en Europa sino en todos los mercados del mundo. Es decir, si ese incremento del precio es global no se pondría en marcha el nuevo mecanismo. Por tanto, solo se aplicaría si se dan dos circunstancias:
- Que el precio se dispare astronómicamente, por encima de los 180 euros/MWh durante tres días consecutivos como ya ocurrió el pasado verano.
- Que la subida se produzca exclusivamente en Europa. La diferencia de precio del TTF respecto a otros mercados debe ser de más de 35 euros por MWh.
Requisitos que no se han dado de forma simultánea nunca. Ni siquiera en verano de este año cuando se vieron máximos históricos del gas se hubiera aplicado. Tampoco es que no sirva para nada. Es difícil de predecir, pero, de momento, en toda la historia no ha sucedido jamás. Lo que no quiere decir que no pueda ocurrir porque el año pasado nadie podía imaginar que llegara a superar los 300 euros/MWh y los superó con creces. Por tanto, imposible saber lo que puede venir en el futuro. Por el contrario, lo que sí se seguirá notando en los recibos son las ventajas del tope al gas de la excepción ibérica, pero con una puntualización. Podría extenderse más allá del 15 de junio. España y Portugal ya han solicitado una prórroga a la Unión Europea.