Ni sí, ni no, sino todo lo contrario. Tampoco ni blanco, ni negro… Son tantas las dudas e incertidumbres sobre la excepción ibérica que es difícil saber cuando se le dará finalmente luz verde.
Las apariencias engañan. Lo sabe todo el mundo y con la energía no iba a ser menos. Cuando parecía que Europa había dado ya luz verde a la excepción ibérica era solo un espejismo. Aún falta un poco para poner limite al precio del gas que bajaría el recibo de las familias a la mitad. Al menos durante los 12 meses que estará en vigor la normativa que ha sido impulsada por España y Portugal… Importante porque afecta directamente a los bolsillos. Hasta 300 euros de ahorro al año, pero todavía no está todo hecho ni dicho. Habrá que esperar un poco más. El gobierno portugués aseguró que estaba listo… Sin embargo, lo único cierto es que ahora mismo hay más dudas e incertidumbres que certezas y respuestas. Sí, al final se ha ido enredando la cosa hasta llegar a un punto en el que nada está del todo claro.
Demasiado complicado y la solución no es sencilla. Faltan muchos detalles por completar. Eso sí, hay una cosa que no cambia. Todo esto de limitar el precio del gas para la generación eléctrica tiene un objetivo. En España el 80% de la producción viene directamente de renovables o nucleares… Claro, ninguna de estas tecnologías se ha visto afectada por el precio del gas, la guerra en Ucrania o las sanciones a Rusia. Por eso, los gobiernos de España y Portugal no quieren que sigan cobrando el precio más caro, el del gas, sino que se les pague algo menos.
Lo que pasa es que en España ya se han puesto en los últimos meses algunas medidas más para limitar, en lo posible, los beneficios caídos del cielo de este tipo de centrales. Por tanto, ahora la gran duda y preocupación de la Comisión Europea es saber cómo van a convivir ambos modelos y mecanismos. El de la excepción ibérica y el anterior. Es decir, si se van a aplicar de forma simultánea o si, por el contrario, son incompatibles. Gran incertidumbre porque no se trata de ningún pequeño detalle o fleco que haya que recortar. No es tan sencillo. Más bien a la inversa. Importante porque va a acabar afectando significativamente a las facturas de los consumidores, pero ¿a todos o solo a algunos? En realidad, como ha explicado Jorge Morales de Labra en El programa de Ana Rosa de Telecinco, es algo que justo depende de esto.
Además, cuando parecía que estaba todo casi hecho es el momento en el que aparecen mayores dudas. El informe estaba mandado y daba la sensación de que era cuestión de días su puesta en marcha. Ahora se ha hecho, como se suele decir, bola y se ha estancado un poco. Sobre todo, porque hay muchos intereses en juego. Quizá demasiados…
Por un lado, la mayoría de las empresas del sector están en contra. Claro, nadie quiere perder parte de sus beneficios por muy caídos del cielo que sean. De hecho, las que más presión están ejerciendo son precisamente las grandes eléctricas españolas. Por el otro, está Francia que quiere comprar parte de esa energía barata, sea como sea. Arrastran problemas con sus nucleares desde hace tiempo y han visto aquí una gran oportunidad. Y en medio están los gobiernos de España y Portugal con una diferencia. El precio de la tarifa oficial se fija de forma diferente. Así, todo esto está haciendo que la cosa al final se esté complicando más de lo esperado y deseado. Eso sí, aunque las apariencias engañen la resolución está bastante más cerca de lo que parece. La cuenta atrás ya ha comenzado.
