Desafío para el que está preparada la ciudadanía y oportunidad para llegar a convertirse en potencia energética. Sin embargo, falta personal cualificado y, sobre todo, formación profesional en renovables.
Casi a contra reloj. En apenas 10 años, España pasará de generar el 44% de la electricidad con fuentes renovables al 74%. Ese es el objetivo para 2030. Lo que obliga a una alta tasa de implantación hasta esa fecha. Así, a ojo, del orden de 5.400 MW al año y eso ha provocado cierta preocupación en determinados colectivos. El reto es grande… Se aspira a ser el país que lidere la transición energética en toda Europa y para lograrlo se necesita mucho personal técnico especializado. Por este motivo se ha anunciado la creación de 4.000 plazas de formación profesional específicas en la materia. Muy necesarias, como ha explicado Jorge Morales de Labra en La tarde en 24 horas de TVE, especialmente en el sector del autoconsumo fotovoltaico.
Poner paneles en el tejado de casa para ahorrar en el recibo de la luz es una tendencia al alza por dos razones fundamentales. La primera es porque cada vez son más baratos. Mucho más que hace tan solo unos años. Bajan los presupuestos y, en segundo lugar, porque el recibo de la luz sigue siendo muy caro. Ambos factores hacen que ahora mismo instalarlos sea más rentable que nunca. Sin embargo, hay un gran déficit de profesionales cualificados en el sector. Es decir, gente que tenga amplios conocimientos de electricidad y que, además, puedan trabajar con gran seguridad en altura sobre la cubierta de una casa o edificio. No es nada fácil encontrar este tipo de perfil que tiene una gran demanda en el sector. Faltan y muchos. Además, esta demanda se ve impulsada por una creciente formación ciudadana.
“… compartir esa visión es una prioridad… perseverar en este afán desde un país como España que aspira legítimamente a liderar desde el ejemplo, no solo con palabras sino también con hechos el impulso a las energías renovables…”. Pedro Sánchez.
Por encima de la media del continente. Los españoles de los ciudadanos de Europa más concienciados con el medioambiente y la sostenibilidad de toda Europa, pero también con los conflictos internacionales que se están produciendo y que, precisamente, se dejan sentir en la energía. Por tanto, España como sociedad, está perfectamente preparada para el cambio de modelo energético. Ya casi está aquí. La transformación va a ser grande. Por primera vez, el consumidor va a ser el protagonista. Dejará de ser el último eslabón de la cadena para convertirse en agente activo. Seguirá utilizando electricidad, pero también la producirá y hasta la compartirá. Todo al mismo tiempo. Algo muy novedoso, que revolucionará el mundo. Cambiará por completo la relación de las personas con un bien o suministro tan básico.
Todavía quedan unos años y habrá paulatinamente cambios muy relevantes en el sector. En cualquier caso, y sin duda, el ciudadano español está perfectamente preparado para asumir el desafío. Además, tampoco hay que olvidar que las renovables, encabezadas por el sol, son el petróleo de España. No es ninguna exageración. Hay un dato que lo demuestra. Tan solo con la radiación solar que incide sobre la superficie de la provincia de Cuenca es suficiente para abastecer de electricidad a todo el planeta. Sí, como suena, a la población mundial al completo. Made in Spain. España podría ser una gran potencia energética. Ubicación privilegiada y ricos en recursos naturales e interconexiones con el Norte de Europa para poder luego transportarla. Oportunidad única que no se debe dejar escapar y para la que faltan profesionales cualificados.
