Negocio perfecto el de Francia. Dejan el trabajo sucio a España y Portugal para convencer a la Comisión Europea de la necesidad de la excepción ibérica y ahora son ellos los auténticos beneficiados de la medida.
Como en los chistes… Esto son un español y un portugués que querían bajar el precio de la luz. Trabajan durante meses para convencer a toda Europa, incluida Francia que también puso ciertas pegas, de que es posible rebajarlo… Y al final al único que se beneficia en su recibo es el francés. Poca broma con esto porque es un poco lo que está pasando con la excepción ibérica. El mayor beneficiado es el que no forma parte de la península. Es más nunca han querido serlo de ni de lejos. De hecho, no hace ninguna gracia. Mientras el precio de la luz sigue subiendo hasta niveles que parecían haber quedado atrás. Hacía tiempo que no se veían y todo a pesar de que ya está en marcha el límite al precio del gas. ¿Por qué sigue subiendo?
En Francia necesitan más energía y ya se están frotando las manos con la excepción ibérica. Electricidad más barata allí, mientras que aquí aumenta el precio a la vez que el consumo de combustibles fósiles y la contaminación.
Hay muchos factores que lo explican y todos están relacionados. Fundamentalmente se podrían resumir en que se está utilizando mucho más gas para producir electricidad de lo que es habitual. De este modo, como el límite del precio del gas, en realidad, lo que hace es topar los ingresos de las centrales nucleares y renovables, pero no limita a las que sí lo utilizan en la generación. Así, al incrementarse el consumo de esta materia prima sube automáticamente la compensación que hay que pagarles. Sencillo y hay un montón de factores que influyen. Desde la ola de calor, hasta la menor aportación renovable, pero de entre todos destaca uno: las exportaciones a Francia. Por tanto, este mecanismo está encareciendo a la factura de los españoles a costa de abaratar la de los consumidores franceses. Así, en términos cuantitativos son los que más y mejor se están aprovechando de la excepcionalidad.
En condiciones normales estaba previsto que la compensación fuera de unos 30 euros/MWh. Sin embargo, el aumento de la generación con gas por el incremento de las exportaciones, entre otros factores, lo ha multiplicado por 3.
El motivo es muy sencillo. Al otro lado de los Pirineos solo ven el precio de la subasta. Ese al que en España luego hay que sumarle la compensación. Por eso, lo que está ocurriendo es que desde el mismo momento en el que entró en vigor quieren toda la energía española que puedan. Antes a unas horas se compraba y a otras se vendía y, sin embargo, ahora solo circula en un único sentido. Además, está completamente saturada. Se exporta todo lo que se puede y da de sí tanto la red eléctrica como la interconexión con Francia. No va más… porque está bastante limitada. El problema es que todo ese exceso de energía solo se puede conseguir de una manera. produciéndola con gas. Ese cuyo precio está completamente disparado haciendo subir también la compensación a las eléctricas. Mal negocio para los bolsillos de los españoles…