Francia y Polonia tienen casi el 100% de sus almacenamientos llenos. Sin embargo, en otros países como Lituania, Eslovaquia o Hungría con un porcentaje mucho menor tendrían para más días… Entonces, ¿cuánto duran las reservas de gas?
Hay grandes diferencias. Cada país tiene unos niveles de almacenamiento muy distintos. Unos tienen más y otros, por el contrario, apenas cuentan con reservas como Francia. Las de España son bastante grandes. Algo más de un mes si de repente dejara de llegar más por las vías que de forma habitual lo hace. Es decir, en torno a 50 días en condiciones normales, que no está nada mal. Eso sí, en circunstancias extremas de frío podría durar la mitad. De hecho, esa es la media de los países de la Unión Europea. En cualquier caso, ahora mismo los depósitos en todo el continente están bien llenos. Hasta arriba y se deja notar en los puertos. De media están ya al 90% de su capacidad.
Los depósitos de Europa están más llenos que nunca. Al 95% y eso es mucho más que hace un año cuando había 774,4 TWh almacenados. Así, casi todos los países de Europa ya superan el objetivo marcado por la Comisión Europea.
Los grandes buques metaneros están haciendo cola para descargar en algunas de las principales estaciones regasificadoras de Europa. También en las de España. La explicación es muy sencilla. Como todavía no han bajado las temperaturas y el frío no se esta dejando sentir apenas está habiendo consumo. Por tanto, la cantidad de gas que ya hay almacenada apenas está dejando nuevo espacio en los depósitos para poder meter más. Así, que los barcos no tienen más remedio que esperar un poco más. Tal es la situación que esta semana ha ocurrido algo inédito. No había pasado nunca antes. En Holanda se han llegado a pagar precios negativos por descargar en determinadas horas del día. Eso quiere decir que los metaneros no solo no cobraban por el gas que transportaban, sino que además de regalarlo, pagaban por descargarlo.
Exactamente 10 euros/MWh. De auténtica locura la situación porque no es normal precios de 340 euros, como los del pasado 26 de agosto, pero tampoco que sean negativos. Este es solo uno de los mejores reflejos de que el mercado de esta materia prima sigue siendo muy inestable. No hay que fiarse, aunque el precio del gas se haya desplomado. Todo esto se debe a que se ha producido un desacoplamiento entre la oferta y la demanda. Así, como apenas hay consumo, la oferta aumenta y los precios bajan. Esta situación de bajada de precios del gas tiene otra gran consecuencia que sí que afecta a España. Concretamente a los beneficios de la excepción ibérica que precisamente se creó para limitar el precio del gas en la generación eléctrica. Porque no hay que olvidar que este tope afecta a la electricidad y no al suministro de la materia prima.
Mientras que en Francia con el 98,5% de sus almacenamientos llenos podrían garantizar el suministro durante 64 días, en Eslovaquia con algo más de la mitad (58,7%) tendría suficiente para casi todo un año completo.
Aunque, ya se sabe, la nueva situación en los mercados también repercute sobre la electricidad… El precio del gas ha bajado y ahora mismo el MWh se está negociando a 40 euros. Mucho más barato que hace tan solo unas semanas, pero más caro de lo habitual. Lo normal, serían 20. Por este motivo, esa reducción en el coste hace que en estos momentos ni siquiera sea necesaria la aplicación del tope al gas en la luz. Lo que se dijo cuando se creó este mecanismo es que, precisamente, cuando el nivel del gas estuviera por debajo de 40 euros, no se aplicaría. Y es lo que está pasando en los últimos 10 días. Ni se le ve, ni se le espera. Simplemente es como si no existiera. Por tanto, ahora mismo en España se determina el precio con las mismas reglas que en el resto de la UE.