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Tres planes para bajar el precio de la luz (pros y contras)

A veces una buena estrategia no consiste en encontrar la mejor alternativa sino una que funcione. Tres planes para bajar el precio de la luz, ¿cuál será el definitivo? 

Tan sencillo como decirlo, pero a veces tan complicado de encontrar. Siempre hay que tener uno, aunque siempre hay quien piense que cada vez que se crea un plan, se acaba improvisando. Con la crisis energética no cabe más especulación y ya se sabe que… la mejor improvisación es siempre la que está preparada. De hecho, muchos son los que piensan que un mal plan es incluso mejor que no tener ninguno. Razón no les falta, el B siempre es el que suele funcionar. Por eso, para tratar de bajar los recibos de la luz a falta de uno hay tres: limitar el precio, impuesto a las eléctricas y protección a los más vulnerables. Jorge Morales de Labra los ha explicado todos en Hora 25 de Cadena SER.

“180 euros/MWh es el límite máximo que hace apenas dos años parecía una locura que se pudiera llegar a alcanzar y ahora está ampliamente superada. No es discutible que deba ser el tope máximo que se pueda aceptar en el mercado”. Teresa Ribera.

Plan A: límite al precio de la luz y regreso al pasado.

Vuelta al límite de 180 euros/MWh que estuvo vigente hasta el pasado año… Podría contener el precio de la luz, pero su efecto ya sería muy limitado. Han bajado ya de 550 a 220 euros en poco más de una semana. Menor impacto, pero sus implicaciones irían mucho más allá. Sería un gran precedente de intervención del mercado. Marca un antes y un después. Además, evitaría que siguiera subiendo ante cualquier agravamiento de la situación. Todo puede pasar, incluso los cortes de suministro. Es importante, aunque el tope sea alto. Mucho mayor que la media de la última década que es de menos de 50 euros por MWh. 180 sigue siendo caro, pero mucho menor que los 700 euros que se han llegado a ver. Por eso, no debe quedar ahí la cosa.  Tiene que haber algo más…

Tres planes para bajar el precio de la luz
Tres planes para bajar el precio de la luz (pros y contras) – Hora 25 de los negocios de Cadena SER (18 de marzo de 2022).

Plan B: beneficios caídos del cielo e impuesto a las eléctricas.

Hay mucho margen para gravar más a las compañías eléctricas y solo hay que mirar sus cuentas de resultados para comprobarlo. Sin embargo, luego, en la práctica, es muy difícil meterles mano a sus ingresos extraordinarios. Ya se intentó hace poco y la medida apenas duró seis semanas. El Real Decreto Ley 17/2021 fue el mayor cambio en la política energética de los últimos 20 años en España y en menos de mes y medio se suprimió. Escaso tiempo en el que las eléctricas los defendieron con uñas y dientes. Presionaron tanto que al final todo quedó en nada. La idea era sencilla y muy efectiva. Nuevo cargo, no era un impuesto como tal, por los beneficios caídos del cielo de centrales que ya están completamente amortizadas.

“Se pueden bajar impuestos, aumentar las ayudas, pero si no se actúa sobre el origen, el disfuncional funcionamiento del mercado … poco margen hay para amortiguar, proteger, y hacer un reparto más equitativo de las consecuencias…”. Pedro Sánchez.

Nucleares e hidroeléctricas en las que además no hay posibilidad de competencia. La diferencia entre lo que les cuesta producir la energía y lo que cobran por ella debían devolverla al sistema. Pues se puso en marcha en septiembre y no llegó ni a noviembre. Debían reintegrar todos esos beneficios si no se habían vendido a precio fijo. Ahí estaba el truco. En venderla con este tipo de tarifas sea como sea, en cualquier momento y lugar. Costase lo que costase. Poco importaba si se actualizaba la tarifa o se duplicara que mientras fuera mediante esta modalidad de contrato se libraban del pago. Por eso, en los últimos meses ha habido muchas campañas de publicidad. Anuncios y agresivas promociones para tratar de atraer al mayor número de clientes.

Tres planes para bajar el precio de la luz
Tres planes para bajar el precio de la luz (pros y contras) – Hora 25 de los negocios de Cadena SER (18 de marzo de 2022).

Plan C: protección a los más vulnerables y bono social.

La tercera de las opciones. El llamado plan C debe ser obligatorio y lo primero que hay que hacer es cambiarlo. Al menos, en lo que se refiere a su vinculación con el precio mayorista. Así, aunque se pudiera poner en marcha el plan A con un limite de 180 euros/MWh seguiría siendo el triple que el año pasado. Demasiada carga que hace que precisamente el colectivo más vulnerable sea el que más expuesto quede a las fluctuaciones del mercado. Por este motivo, ya el pasado año se aumentó la cuantía del descuento del bono social del 25% al 60%. Aun así, si desde entonces el precio se les multiplicado por tres al final están pagando más en sus facturas. De poco sirve y, por eso, es obligatoria una revisión de las condiciones.

Bonus: Plan D = Plan A + B + C.

Todos los planes son buenos al menos sobre el papel, pero ninguno parece ser suficiente por sí mismo. Además, tienen su dificultad. Unos más que otros, pero, sobre todo, el Plan B: impuesto a las eléctricas sobre los beneficios extraordinarios o caídos del cielo. Complicado que se pueda avanzar en este sentido. Por eso, en realidad, está claro que hay que sumar un Plan D que sea una combinación de los anteriores y añada alguna medida más.

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